Las pinturas de Jeong Woo Jae (1983) tratan de ser expresiones de unión entre los seres humanos y sus animales.
Las obras del artista van más allá del mero realismo pictórico y representan a
una chica acompañada por su perro gigante , que lejos de presentarse como amenazante, pretende transmitir la imagen de un ser protector y guardián.