En 2015 viajé a Myanmar, la antigua Birmania. Viajando por el país durante veintiocho días, descubrí un país que se abre al mundo después de años de aislamiento.Birmania muestra uno de la mayor diversidad étnica en el mundo. Dominado por el budismo, la familia y la tradición, el país logró adaptarse a los cambios modernos y poco a poco abrirse al mundo. Estos son los retratos de estos hombres, mujeres y niños que se han cruzado en mi camino y me dieron su cálida bienvenida.Nicolas Villela
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